➡ 7 motivos que impiden conseguir tus objetivos en MLM.

Un estudio del departamento de psicología de la Universidad de Scranton concluye diciendo que sólo el 8% de la gente llega a cumplir sus metas.

 ¿A qué se debe este elevado índice de fracaso?

Hay múltiples estudios que abordan este tema pero en este artículo me voy a centrar en los 5 motivos más relevantes desde mi experiencia y a la vez más fáciles de abordar para finalmente conseguir el éxito.

1.- Multiplicidad de objetivos

Dicen que el que mucho abarca poco aprieta o dicho de otra forma, el que tratan de hacer muchas cosas a la vez, no será capaz de conseguir nada.

Esto es lo que sucede justamente cuando perdemos el foco y nos dispersamos.

Uno de los errores más comunes es intentar abordar diversos objetivos a la vez, con lo que tus fuerzas y recursos se diluyen y no acabas completando nada.

Contra la tentación de acometer demasiadas cosas a la vez el antídoto es preguntarte…

Ten cuidado con marcarte metas poco concretas, las metas y objetivos deben ser concretos, específicos y realizables, además si dentro de esas metas te fijas unos mini objetivos que los puedas conseguir con relativa facilidad eso te animará a seguir tu plan trazado.

¿Cuál es mi meta prioritaria ahora mismo?

Una vez definida tu meta, pon todas las fuerzas en ese objetivo, una vez lo hayas logrado ve a por el siguiente.

2.- Dejar las cosas para mañana

Aplazar es decir postergar o procrastinar constantemente tu plan de acción marcado para conseguir tu meta.

No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. Si vas posponiendo el comienzo de lo que tienes que hacer acabará llevando al traste tu plan.

En las reuniones online que realizo con prospectos que quieren conocer el modelo de negocio que estoy desarrollando, es muy frecuente ver cómo la gente pierde el foco y lleva varios proyectos a la vez.

Una o dos empresas de MLM, marketing de afiliación, encuestas pagadas, etc.

No estoy diciendo que no se puedan llevar varios negocios a la vez pero lo que se debe hacer es enfocarse en un proyecto y cuando este esté en marcha a por el siguiente.   

Tienes que ser disciplinado contigo mismo, de nada sirve las buenas intenciones si no hay un punto de partida claro que sea inamovible.

Por ejemplo, si te has propuesto como meta estudiar un idioma, ir al gimnasio o bajar de peso nada más empezar la semana y empiezas a postergarlo, cada vez te resultará más difícil.

La solución para dejar de procastinar es prohibido reprogramar, ¡empieza ya!

Te recomiendo te hagas una agenda semanal de los objetivos o tareas que tienes que hacer, después lo único que tienes que hacer es ser disciplinado y seguir tu propia agenda.

3.-Lenguaje negativo.

Olvídate de la palabra NO, mantén siempre un lenguaje positivo, recuerda el dicho “si lo crees lo creas”.

Nunca podrás conseguir algo que en tu mente no lo hayas imaginado con anterioridad, no es hacer castillos en el aire es simplemente visualizar como quieres que sea tu futuro para poder luchar por el.

Piensa siempre en positivo que para lo negativos seguro que tienes mucha gente a tu alrededor.

4.-Vivir en urgencias.

Stephen R. Covey afirmaba que lo urgente suele ser importante para otra persona pero no para ti y el drama de correr de urgencias en urgencias es que lo importante de tus propósitos personales se van alejando en el tiempo hasta convertirse en un horizonte inalcanzable.

Citando un fragmento de la novela Don Quijote de la mancha.

“Por la calle del ya voy, se va a la casa del nunca”

La solución es hacer de lo importante tu prioridad vital, olvidándote de las urgencias

5.- Permanecer en tu zona de confort.

Quedarse estancado en lo aparentemente seguro y conocido es muy común y provoca ansiedad, falta de ideas y desesperación.

Salir de tu zona de confort es sin duda la mejor decisión que puedes tomar para empezar a cambiar tu vida.

Para incorporar un nuevo hábito a tu vida o lograr algo que nunca antes has hecho vas a tener que cruzar tus límites actuales que sin duda en la mayoría de los casos son mentales.

Cuando estamos barajando la posibilidad de explorar cosas nuevas,  a veces el primer freno son los demás, a nuestro entorno no suele gustarle que cambiemos por que se han acostumbrado a que seamos de determinada manera, que cambiemos el orden establecido y les inquieta que salgamos de lo previsible sobre todo para ellos.

Por eso te darás cuenta que cuando empieces a hacer cosas nuevas, fuera de lo establecido, te dirán que vuelvas a tu situación anterior.

6.-Nuestros propios miedos.

A veces el cambio es como cruzar a nado un río de aguas congeladas o turbulentas.

Puedes tirarte al agua y al llegar a la mitad del río encontrar que está muy fría, con lo que puedes tener la tentación de regresar, sin pensar que ya tienes medio camino recorrido y quizás alguien en la otra orilla puede lanzarte una cuerda para ayudarte a cruzar completamente.

Una manera para superar nuestros miedos sería no escuchar los miedos de los demás ya que en la mayoría de las ocasiones hablan de sus miedos y no de los tuyos.

En consecuencia calibra bien los riesgos que percibes, escucha las opiniones de aquellos que realmente consideres que son personas de confianza, sin prejuicios y que quieren lo mejor para ti, después saca tus propias conclusiones.

Ten en cuenta que los consejos que te pueden dar son personales, cargados de buenas intenciones y en la mayoría de las ocasiones sólo verán peros y riesgos terribles en tu deseo de un cambio a mejor.

7.- Olvidar la recompensa.

¡Ten siempre presente tu PORQUÉ!

La motivación es un músculo que precisa ser entrenado y alimentado, una mente motivada persistirá siempre en el camino, en cambio si perdemos de vista porqué lo estamos haciendo y cuál es la recompensa, las inercias cotidianas erosionarán rápidamente tu voluntad.

El antídoto sería tener el premio siempre en el horizonte.

Piensa qué quieres conseguir…

Si deseas un coche nuevo, pon una foto del coche en tu salvapantallas del ordenador, de esta forma no se te olvidará cuál es tu objetivo.

Si te gusta viajar y deseas hacer un viaje idílico con tu pareja, pon una imagen de ese lugar en el frigorífico, móvil, etc.

Tienes que recordar día a día cuál es tu PORQUÉ

Y ahora te propongo un pequeño ejercicio, relájate y piensa un poco…

➡️ Te invito a que enumeres tres cosas que en el pasado pensaste que eran imposibles para ti pero que finalmente lograste hacer.

Ahora apunta en un papel falso-imposible: lo describes y luego así lo hice para superarlo o para lograrlo.

➡️ Segundo objetivo que creía imposible en el pasado y lo describes. Así lo hice, así hice para superarlo.

Tercer objetivo imposible del pasado…

Piensa en situaciones que te hayan parecido imposibles pero que hayas superado tres veces.

👉A continuación escribe tres cosas que a día de hoy te parece imposible de realizar, no del pasado sino de tu realidad presente de hoy y las describes, 1…2…3

👉A continuación piensa qué lecciones extraídas del pasado y de haber logrado objetivos y metas que creías imposibles puedes aprovechar.

👉Ahora piensa como puedes aplicar en tu contexto de hoy y sobre todo lo que no te ván a quitar.

👉¿Qué fuerzas sientes que hay en ti?

👉¿Qué fortalezas tienes?

👉¿Qué aprendizajes y experiencias te pueden facilitar tu proceso del logro actual a partir de lo que ya eres y a partir de lo que ya has vivido?

Cuando hayas hecho este ejercicio llegarás a la conclusión que no hay nada imposible. ¡Si lo crees lo creas!

Hay cosas que en el pasado creías imposibles de alcanzar y las has conseguido, además sabes como lo has hecho.